No se trata de un poema sobre el vino, por cierto, pero sí en estos versos el poeta español Antonio Machado (1875 -1939) teje andares y caminos, donde el vino está presente. Y lo está, no solo en los sitios donde hay servicio, si no junto a las personas mismas, que lo beben. Personajes de todo tipo, tanto buenos como malos, tristes y alegres, oscuros y luminosos, sencillos y altaneros… Todos, habitando algún lugar del mundo o en constante movimiento, recorriéndolo a sus anchas.

Por cierto, al leer el poema la frase «donde hay vino, beben vino» queda sin duda resonando, señalándonos que en lo cotidiano, tanto en la rutina diaria como en los tiempos festivos, su presencia es esperada, indispensable y por cierto valorada.

Les dejamos a continuación He andado muchos caminos, para su lectura.

IdV.

He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra…

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.