Un Brindis según José Ángel Buesa

Dar con ejemplos de poesía donde el vino esté presente no es difícil. Menos hoy por hoy, cuando a nuestro alcance están diversos medios digitales y por supuesto hace ya más de 40 años internet y sus buscadores en línea.

Fue así entonces como este poema llamado Brindis, de José Ángel Buesa (escritor cubano), emergió y sus sencillas mas directas líneas se hicieron notar. En ellas es el amor el que desborda, pero no de una forma exuberante si no más bien de una forma embriagadora, como lo transmiten sus versos. Incluso, diría que el efecto que provoca leerlo es tal como en el vino, porque va de a poco apoderándose de los sentidos y de allí haciéndose dueño de la razón. ¿Será porque en él, se devela una conversación entre dos almas, donde la conexión va más allá, que simplemente compartir un par de copas? ¿O será porque las emociones que provocan sus palabras van de la mano con sensaciones visuales y táctiles muy provocadoras, las cuales conducen a percepciones sutiles pero intensas?

En fin, como decimos en el mundo del vino, la mejor forma de conocer y entender, es probando. Por lo mismo, los invitamos a leerlo y encontrar «sorbo a sorbo» sus propias respuestas.

¡Salud!

IdV.

He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.
Y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo:
la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga, cuál ha de ser tu vaso:
si éste, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.
No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor
embriagarse de vino que embriagarse de amor…
Y así mientras tú bebes, sonriéndome —así,
yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti…