Después de la crianza… ¿Qué?

Hay algo en el reciclar que es mágico. Quizás porque darle una nueva vida, aunque diferente, a algo que ya ha tenido un uso antes no deja de ser crear… O más bien recrear, ¡claro está!

La madera es un material demasiado noble a mi parecer y sin duda el «segundo uso» que se le ha dado aquí, es sumamente atractivo e inspirador. Quienes una vez cobijaron vinos durante su periodo de crianza, ahora permiten que en torno a ellas, se reúnan los amigos, a compartir justamente una copa, en un atardecer caluroso matizado de conversación, risas y distendida diversión.

He visto variados ejemplos de reciclaje de barricas, pero éste me pareció digno de ser comentado, porque hay un juego no evidente en el rol que ella cumple, tanto en su vida pasada, como en ésta su nueva vida. Si por un momento nos concentramos en su pasado, claramente notaremos que, cual tesoro, ella conserva en su memoria, los secretos de aquellos vinos que guardó. Ahora bien, si miramos su presente, aquí también es testigo silencioso de las historias, que se desenvuelven en torno a ella, de momentos irrepetibles e inolvidables…

En fin, para estas barricas sin duda hubo mucho más después de la crianza… ¿No lo creen así?

¡Salud!

IdV.

 

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