Cuando la creatividad nos sorprende

¿Quién está ajeno hoy en día a ese verdadero mundo de comunicación, que son las etiquetas de los vinos?

No creo que muchos de nosotros, honestamente, porque desde el minuto que decidimos buscar algo nuevo para probar o regalar, las etiquetas son justamente las primeras que nos llaman a «probar suerte» o simplemente a descartar siquiera la posibilidad de considerarlas.

En el nutrida oferta de vinos actuales, hay etiquetas para todos los gustos, de variadas formas y tamaños, con mínimos o múltiples colores, todas ellas intentando capturar nuestra atención y volverse en su afán porqué no, memorables.

Como un ejemplo de esto último está la etiqueta de este producto francés llamado «Chat-en-Oeuf», que con su nombre apela sin duda alguna, y de una forma por demás humorística, a la relación «de pronunciación» con la ampliamente reconocida denominación de origen controlada del sur del Ródano, llamada Chateauneuf du Pape.

No obstante, si ahora reparamos en las líneas simples de la gráfica y tipografía, o en lo minimalista de su apariencia y contrastantes colores, nos desviamos completamente de la clásica y tradicional imagen asociada a etiquetas de vinos franceses de tradición, de los cuales el Chateauneuf du Pape es uno de sus firmes exponentes.

¿Una etiqueta desconcertante? Puede ser, sobre todo para quien se inicia en el mundo del vino o para el amateur que recién explora vinos más allá de sus fronteras… ¿Una etiqueta creativa? ¡¡De eso no cabe duda alguna!!

¡Salud!

IdV.

 

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