El Vino para Li Bai (Li Po)

Este poema titulado «Mientras bebo solo a la Luz de la Luna», fue personalmente un hallazgo muy afortunado. De leerlo directamente, nunca hubiese imaginado que el autor era de origen chino. Quizás, porque al estar en lengua castellana, se ocultan un poco los signos y sentires orientales más evidentes. O quizás, porque desde las emociones, aquello que emana desde las figuras e imágenes empleadas, parece muy familiar y cercano…

Hay algo en el peso de sus líneas, que provoca angustia, preocupación, incluso algo de desazón. Sin embargo, en la cadencia de los versos se atisban al mismo tiempo. pulsos de luz y de una esperanza que se desvanece, pero que aún está presente y se resiste a sucumbir.

Probablemente es su uso de palabras contratantes, en las cuales sombras, esclavitud, negación se contraponen a primavera, festejo, danza…

Probablemente es que se trata de un ser, que disfrutando de los placeres del vino, en su brindis a penas pasó la frontera permitida por la conciencia y se encamina hacia las profundidades erráticas de su alma…

¡Salud!

IdV.

Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito (a) la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Pero la luna no acostumbra beber vino,
y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme.
Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava
mientras aún es primavera.
En las canciones que entono vibran rayos lunares;
en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace.
Los tres juntos, antes de beber, holgábamos;
ahora, ebrios, cada cual va por su lado.
¡Regocijémonos muchas horas todavía,
en nuestro festín inanimado,
para encontrarnos al fin (en) el Río de las Nubes!