Cada una de estas obras nos habla de precisión, cuidado, observación. En los detalles está su gran atractivo, porque pese a ser de gran formato, son de una sutileza notable.

Increíble nos parece la tarea que comienza mucho antes que el montar la obra. Aquella que tiene relación con la recolección de corchos primero y selección de colores / tonalidades después. Qué admirable es ver cómo su autor, fue capaz de traducirlos en luces y sombras, matices que sugieren texturas, profundidad y vastedad.

No cabe duda que nuestro medioambiente requiere hoy con urgencia, que tomemos conciencia y en serio lo respetemos. En ese camino, quienes intentan crear algo nuevo a partir de lo ya usado, merecen nuestro respeto. Y quienes, como estos creadores, inyectan en este proceso su inspiración y arte, se hacen merecedores de nuestra profunda admiración.

¡Salud!

IDV.