Revivir para relucir

¡Qué forma más hermosa de tener una segunda oportunidad!

Fue lo primero que pensé al toparme con esta fotografía, justo cuando andaba en busca de productos reciclados que compartirles. No sólo es creativa, lo que en gran medida más admiro de la obra de quienes utilizan material en desuso para sus creaciones, si no que nos demuestra una vez más, que siempre hay opciones más sostenibles y enriquecedoras para todos…

Por ejemplo ¿no les parece hermoso, que aquello que cumplió un rol tan funcional para el vino, sea en este objeto de diseño nuevamente un contenedor y presentador, pero esta vez de luz? ¿No les lleva a pensar, que en su minuto también «algo de luz» trajo el vino a la vida, de quienes buscaron en él disfrute y compañía?

Paralelamente y siguiendo con la reflexión, ¿cuánto más digno es el final de una botella, si termina siendo admirada y apreciada, en contraposición al ser desechada y luego triturada?

Y yendo incluso más allá, ¿de cuántos más momentos de convivencia y alegría serán estas botellas testigo, semejantes al último que vivieron antes de ser vaciadas? ¿Cuántas más risas, conversaciones y confesiones podrán escuchar? ¿Cuántas más sonrisas y lágrimas podrán observar? ¿Cuántos más vinos podrán conocer?

Sin duda, para las botellas, es una bella forma de tener una segunda oportunidad y a la vez, seguir viviendo «instantes de vino».

¡Salud!

IdV.